SER AGRADECIDOS

Ser agradecido.....


Casi nunca nos ponemos a pensar en lo que tenemos sino en lo que nos hace falta. Ser agradecido es un poco invertir eso.

La idea es pensar en lo que tenemos más que en lo que queremos tener. Y entonces veremos la riqueza que poseemos y no nos damos cuenta. Somos millonarios...y sino pensemos por cuanto venderíamos los ojos, o las manos, o las piernas...

Las riquezas que Dios nos da vienen a nosotros cuando pedimos, cuanto tocamos a la puerta, cuando estamos buscando....

Mi historia en los últimos meses y la de Nancy es muestra de que nuestro agradecimiento hacia Dios nunca será suficiente ya que es infinita su misericordia y bondad al escuchar y atender nuestros ruegos.

Estaba en un capitulo de mi vida muy doloroso, tratando de salir de él y pidiéndole a Dios que me ayudara en ello. Había perdido a mi compañera de casi 40 años. Y aunque me costaba, sabia que la mejor forma era abrirme a la vida. Además de continuar mi trabajo profesional como ingeniero, había puesto especial esfuerzo en mi pasión y mi hobbie: la música, participando en el ministerio de la parroquia del Espíritu Santo de Levittown; o con el grupo de enfermería visitante que por las noches lleva música a sus pacientes; o formando un grupo de música latinoamericana uniendo un cuatro venezolano y un cuatro puertorriqueño. En fin, múltiples actividades para ocupar mi mente y recuperar la fe en la vida.

Por eso cuando mi hermana Olga, desde Costa Rica, me invitó a participar de un programa de radio por Internet con sus antiguos compañeros de Viva la Gente, pensé que era otra actividad más. Lejos estaba de pensar que en esa invitación estaba la respuesta de Dios a mis plegarias.

Y ese 24 de mayo,-precisamente el día de Maria Auxiliadora, advocación de la Madre de Dios que ha tenido siempre especial relevancia en mi vida-, participé del programa, conocí por la radio a Hermes y a Gladys, puede sentir su calor y seguro por eso me animé a cantar una canción cuando Gladys me lo pidió. Así, sin anestesia...., sin practicarla, realmente. Sacándola del baúl de mis recuerdos.

Cuando terminé recibí un mensaje de Gladys indicándome que una periodista de la Argentina que me había escuchado había manifestado su interés en que grabáramos alguna canción a dos voces. Un bonito experimento posible gracias a la maravillas de la tecnología actual en el campo de las comunicaciones. Yo en Puerto Rico, ella en Argentina para enviarla luego a los Ángeles, para que la transmitieran luego por una emisora con sede en Washington DC. Realmente increíble!

Anoté su nombre: Nancy Suárez; su email; visité la pagina que ella produce en Internet, - que me agradó por su profesionalismo- y me informé de su ciudad, Reconquista, y de la zona donde vivía. Por alguna razón quería que supiera que estaba al tanto de su entorno.

A los cuatro días le envié un email, nos pusimos de acuerdo y coincidimos en el “chat”... Lo que pasó desde ese momento hasta el día de hoy es algo que solo se entiende viendo la mano de Dios dibujándolo y guiándolo.

Es eso por lo que debemos de ser agradecidos!

Las coincidencias, los gustos similares, las vidas paralelas, los valores en sintonía y el momento e instante justos en su vida y en la mía en que los caminos debían cruzarse. No antes. No. Tampoco después...! Ahora., y ahora es...

Empezamos uniendo nuestras voces en zambas, valsecitos y hasta una canción de cuna de la autoría de Nancy escrita para una sobrina suya en 1980, que rescatamos para mi nieto. Ahora vamos a unir nuestras vidas para recorrer juntos el trecho que Dios, con su infinita misericordia, quiera que compartamos hasta el final.

Entonces como no estar agradecido! Como no sentirse bendecido por Dios al verlo diseñar nuestro encuentro, al verlo ir derrumbando los insalvables obstáculos que representan 5300 km de distancia y dos vidas vividas en diferentes ambientes. Casi como un pez en al agua y un ave en el aire...

Como no estar también agradecidos con los instrumentos que Dios utilizó para nuestro encuentro como fueron mi hermana Olga, Hermes y Gladis, y su programa Gente que Avanza.

A veces buscamos señales y signos majestuosos para saber que vamos por buen camino. Sin embargo, es en la suma de pequeñas cosas y situaciones que se construyen grandes cosas.
Es significativo que esa meta de unir a Latinoamérica en un objetivo loable y noble como el de Gente que Avanza haya ahora, unido dos personas que pedían a Dios una respuesta a su soledad.
Que esta particular coincidencia reafirme la lucha por ese ideal...

Gracias a todos!

Mario Alberto
23 de agosto, 2009

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